¿Quién no ha soñado alguna vez con hacerse a la mar en busca de un tesoro escondido? Robert Louis Stevenson se embarcó imaginariamente para viajar por el Pacífico y así nace La Isla del Tesoro.
La Isla del Tesoro es un libro eterno que se seguirá leyendo dentro de muchos siglos por lectores de cualquier edad.
En lo que estarían de acuerdo Cervantes y Don Quijote es que no se puede pasar por esta vida sin leer una novela de piratas y la que estamos leyendo en clase es la más importante.
Contiene casi todo lo que se nos pasa por la cabeza cuando pensamos en este tipo de novelas: piratas con pata de palo, piratas con cuchillos entre los dientes, piratas abandonados en islas desiertas, piratas con loro parlanchín en el hombro, un cofre con doblones de oro, mapa de tesoro escondido, bandera Jolly Roger ondeando al viento y, por supuesto, estribillo de canción: mucho ron, ron, ron, la botella de ron.
Robert Louis Stevenson nació el 13
de noviembre de 1850 en Edimburgo en el seno de una respetable y acomodada
familia. Tuvo una vida enfermiza tanto en su niñez como en su época de adulto.
Estudió la carrera de Leyes, pero con 23 años decidió dedicarse a escribir, y
con ello comenzó su vida de viajes. Viajó por todo el mundo en busca de un clima apropiado para su delicada
salud. Finalmente, se estableció en Samoa, una isla de Oceanía, donde los
nativos le llamaban Tusitala "el narrador de cuentos". En Francia conoció a Fanny Osbourne con la que contrajo
matrimonio en el año 1880. Falleció el 3 de diciembre de 1894 en Samoa, donde estableció su
residencia, víctima de un derrame cerebral cuando tenía 44 años de edad. Pero
su temprana muerte no le impidió legar a la literatura universal una obra
numerosa, en la que se incluyen narraciones, ensayos, críticas, poesía, teatro
y novelas que van desde lo histórico a lo fantástico. La novela a la que debe
su fama es sin duda la que hoy reseñamos aquí, La Isla
del Tesoro, pero otras obras
suyas han alcanzado un gran éxito internacional. Caben destacar El
extraño caso del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde (1886), y La Flecha Negra (1888).
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